Una mirada puede tener
tantas señales
y ser
un beso encriptado
y valer
más que una caricia.
Una mirada puede arder
como una antorcha
y después
continuar con la luz
para ver
que no estás tan solo.
Una mirada puede estremecer
más que palabras
y romper
las cadenas de la timidez
despertando los sentidos.
Una mirada se puede esconder
de la cruel realidad
y volver
con otra mirada en su haber
hasta hacerse infinitas.
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