De mi patria, también,
nació Francesco.
Quizá porque la gobiernan los demonios,
muchos Santos han
crecido entre nosotros!
Un Ángel ha emigrado
y brilla en Roma
celeste y
blanca, una campana, se asoma
tañe amor que
se ha forjado en la miseria,
en las llagas
donde el látigo se aferra,
sabe a fruto
de otoño y primavera
huele a rosas,
su antorcha y su grandeza!
En la Plaza de
Pedro ha repetido
el milagro de
los peces y los panes,
ha colmado de
dones tantas almas
ha devuelto la
esperanza de la nada!