Un piano me alumbra
y encuentro el sendero
en la noche sin luna.
Un piano me salva
del agujero negro
que a veces me traga.
Un piano me acuna
con notas y magia
consigue mi cura.
Un piano me rescata
del sucio calabozo
pagando mi fianza.
Un piano me llama
cuando corro ciego
a mi última batalla.
Un piano me obliga
a seguir cantando
sin voz y sin risa.
Un piano me eleva
sobre la ignorancia
del odio y la guerra.
Un piano me aleja
del páramo absurdo
de esta soledad.