miércoles, 17 de noviembre de 2010

El día que termine tu naufragio

El día que termine tu naufragio
despertarás feliz entre mis brazos
peinaré tus cabellos de sirena
y secaré tu vestido blanco.

El día que despiertes en la arena
Te  cantarán los caracoles
volverás a jugar con los delfines
y pintarás con todos los colores.

El día que se aleje tu pena
viajarás sobre un arco iris
más allá de cualquier sueño
y  yo acompañaré tu vuelo.

Desnuda


Desnuda irradias la energía del Olimpo
recostada te acaricio como pétalo al rocío
me abstraigo, me elevo, me controlo
y te recorro más allá de los sentidos.

Tus ojos cerrados esperan mis labios
que sedientos van copiando tu belleza
avanzan sembrando placer desde tus pies
mareados de lujuria aún mantienen precisión
porque saben que su arte no admite ni un error
 pero buscan sublimes tu frente de niña
para dejarte un beso que exprese mi amor.

Ya se ahogó mi boca en tu néctar
y abrazaste mis oídos con gemidos
que me saben a un himno celestial
ya escuché los secretos de tu vientre
y acuné en mi pecho tus latidos
ya vibró mi cuerda más interna
y tus manos de hada me colmaron de sol.

Tus largos cabellos, bálsamo de brisas
calzan en mis dedos alianzas infinitas
absorto te respiro más allá de tu perfume
  y el tiempo huye cómplice tan lejos
que no podrá volver
hasta que despertemos. 


Si quieres

Si quieres que hablemos me vas a encontrar
temprano, al alba o llegado el ocaso
muy cerca del espejo que quiere ser mar
con vista a la unión del cielo y el agua.

En otros horarios te voy a esperar
a los pies de la imagen más iluminada
de nuestra amada madre de Dios
en su altísima casa frente a la plaza.

Si mis palabras no te alcanzaran
ni mis caricias de brisa te gratificaran
llámame y muy pronto me tendrás
para llenarte de cuanto se te antojara.

Perfecta armonía de la forma


Perfecta armonía de la forma
belleza que aspira a lo Divino
quien pudiera saberse su dueño
más allá del altar y del contrato
si su imagen secuestra los sentidos
y a su paso se ofrecen para amarle
desde el rey hasta el pálido mendigo.

Resistirse a su canto perfumado
más que heroico resulta un abandono
de la más feliz de todas las conquistas.
Y no cuenta el dolor más espantoso
ni la amenaza mortal de alguna herida
si por premio se rindiera extendida.

La recorro suavemente y más que carne
sobrevuelo embelesado el universo.
Lentamente penetran por mis poros
abanicos de colores misteriosos
que inflaman mis células de fuego
volcanes que despiertan maremotos.

Vierto aquí celoso toda mi fortuna
un mágico ritual de exóticos secretos
de única medida y compuesto a su pedido
afinado en su escala más alta de gemidos.
Alquimia que aventuro en cada encuentro
y arriesgo según me va pidiendo
más deseo, más pasión, o sentimiento.

Apostando así mi frágil existencia
sabiendo que está en juego mi cordura
mientras tallo su placer yo me alimento
de la mágica materia que me inspira
y ejecuto mi arte entero, sin reservas
voy llenando su copa con mi vida
hasta el grito en el que cae desvanecida.

Es allí cuando acudo a su consuelo
cuando inmóvil se ha quedado sin aliento
sin rozarla, con mi cuerpo la protejo
y respiro a su oído un ¨ te quiero ¨
sabiendo que navega por sus sueños
y que al despertar…
                                       me querrá lejos!

Llegando al destino

  Yo te escribo y siento que me acerco
a tu luz, a tu frescura, a tu blancura
Yo te escribo y me siento como un niño
protegido, encantado, agradecido.

  Qué será esta suerte de belleza
qué será en el tiempo tan futuro
que hoy me trae esperanzas y me deja
como pájaro que llega a su destino

después de haber cruzado el mar
                 ...y volado mil caminos!