Responde la noche si pedimos
Una luna gigante y mil estrellas
El día se complace en coronarnos
Jardines perfumados y bosques coloridos
Un huracán se nos funde en cada suspiro
Y música celeste nos embriaga los sentidos
Ahora somos piel
en perfecto complemento
Unidos por la carne
de la que estamos hechos
Fundidos al espíritu
que viaja hacia lo eterno
Mientras el mar nos mece
cual corales indefensos
El sol intenso late y brilla
en nuestros sexos
Hemos dejado de ser
tiempo y pensamiento
Para convertirnos
en espacio y sentimiento
Cada milímetro goza pleno
en nuestros cuerpos
Que se han hecho uno
y ahora está completo
Se apuran nuestras manos
y no logran recorrernos
Mientras subimos flotando
hacia un azul incierto
En el mágico delirio
nos vamos consumiendo
Pronto vamos a explotar
lo estamos presintiendo
Corcel blanco que sabe
cabalgar los vientos
La energía del volcán
El grito del trueno
Pronto se van a sumar
para dejarnos sin aliento
En el naufragio más soñado
perderemos
La conciencia de estar vivos
y sabremos
Qué siente la madera
cuando es árbol
Mientras crece
en el vientre de la selva
o pulida en el gesto de una niña
que ilumina consagrada en la capilla
o cuando leño chispenate
resplandece por su herida
y se consume irradiando energía
hasta hacerse polvo y ceniza!
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