Cuando posas en mis ojos tu mirada
Y se enlazan tus manos en mi espalda
Tu perfume se instala en mis latidos
Y mis labios se dirigen a tu boca
Tan ansiosos, sedientos y dichosos
Convencidos que no existe mejor suerte
Ni destino más feliz y delicioso
que fundirnos tiernamente el uno al otro
y sentirnos unidos para siempre!
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