Lograste la mágica hazaña
de ensanchar este planeta
apareciste como un hada
y sembraste primaveras
más tarde, tu sombra oscureció
hasta la noche más enferma
Yo creí que eras del cielo
pero entendí con miedo
que la tierra es tu universo
No puedo decir que no te espero
Que los días hechos años
Ni que otros labios
de infinitos espacios
ahogaron mi deseo
De beberme tus gemidos
De fundirme en nuestros juegos
Tan sagrados como etéreos
Pero tanto me ha enseñado tu presencia
Como el dolor punzante de tu olvido
Y hoy logro descifrar el gran misterio:
No es amor, aunque lleve su vestido!
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