Anoche contuve los impulsos
que como olas bañaban mis deseos
de secarte los ojos con mi boca
de florecer tus pétalos de rosa.
Yo quería revivirte la esperanza
y aún conservo la magia necesaria
pero estabas herida y confundida
y te alejaste tan ciega y dolorida.
Yo quería ceñirte la corona
que reclaman con justicia tus virtudes
y calzarte los guantes y la capa
y montarte en un corcel con alas.
Yo quería poblarte la mirada
con estrellas de toda la galaxia
abrazarte y poner tus ideales
a flamear como nobles estandartes.
Yo quería en una noche darte
lo que tantas otras te privaron
y me quedé con mi amor y todo mi arte
secándose entre mis manos.
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