Lo que levantó su
hermosura
lo han derribado sus
obras!
Igual le ofrezco
montura
en medio de la zozobra.
Desdenes, celos y
ausencia
van matando mi
esperanza
de ese modo a mi
dolencia
ningún remedio le
alcanza.
Muerte, mudanza y
locura
son ingredientes del
sueño
no es embriaguez, ni
flacura
ni falta de
entendimiento
lo que me lleva montado
en coraza a cuatro
vientos
combatiendo con
fantasmas
y “desfaciendo
entuertos”.
No me tejo de batallas
ni he de mofarme con
pleitos
de caballero es mi
talla
el ideal, mi argumento.
Alimentando la saga
del que registra mi
empeño
escudo, lanza y espada
comprometo en cada
duelo.
A sangre, hueso y
pellejo
enarbolo la utopía
al fracaso no le temo:
la noche da paso al día.
Mi paga es con
beneficios
justicia imparto, y
espero
que se entreguen a mi dama
los honores que
merezco.
Por Ella expongo mi
vela
a “escritura desatada”
aunque sé que Dulcinea
ni lee, ni se percata.
No me quiten la
armadura
que el ambiente es
homicida
la realidad y la
cordura
han condenado mi vida.