Iluminas mi camino
luz en el sol, esperanza
sé que has venido a mi
casa
y que no te he recibido.
Hasta en mis peores destinos
hasta en mis noches más
largas
me has levantado en tus
brazos
me has dado tu pan y
vino.
Dijiste en Garabandal
“La copa está rebosando”
yo soy uno de los necios
que ayudaron a llenarla.
Y sin embargo me hablas
como si yo mereciera
tu presencia o tus
palabras.
Yo sólo quiero que sepas
que no sé llevar la cruz
ni soy digno de tu luz
que me muero al primer clavo
y hasta me ciega el azul
angelical, de tu manto.
Cuánto quisiera sentir
total arrepentimiento
rogarle a tu hijo Jesús
sentir el perdón o el
trueno
cambiar mi vida de estigmas
y que me crecieran alas.
Yo no merezco el milagro
de curación que regalas.
Mejor que se hunda mi
alma
en la tierra, hecha
pedazos
y al final de los
infiernos
que se acabe con los
malos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario