En Schoenstatt habita
la
Maravilla
María me colma de Epifanías!
Hoy fui a visitarla
y vi en la capilla
las joyas de siempre y una bella
chica.
Vi su pelo largo
castaño, ondulado
estaba sentada en el penúltimo banco.
Llamó mi atención, y sentí su Gracia
pero por pudor
no
atiné a mirarla.
En silencio y calma
me ubiqué a su lado
dejando un espacio que nos
separara.
Hincado en mi sitio, vi bajo el altar
el pesebre armado
y me invitó a pensar:
fue un año muy duro
y no le hice lugar
con todo mi apuro, a la Navidad.
En mis reflexiones
Alcancé a escuchar
un bebé que ríe junto a su mamá
Giré hacia mi izquierda
y lo que vi se explica
sólo en el Milagro, en la Maravilla:
María sostenía a Jesús en sus brazos!
La chica era Ella
y estaba vestida
con muy raras prendas que sobresalían:
celeste la túnica, azul era el manto
y
el Bebé de un blanco
tan inmaculado.
Fue ver esa estampa y romper en
llanto!
Quedé Sorprendido, shoqueado
extasiado… También me sentí
Un
poco asustado.
El Bebé reía con gracia infinita
feliz agitaba sus
bracitos claros
Ella sonreía mirando el Sagrario.
Siempre me acompaña
si la necesito
su
perfume rosa, su manto infinito
pero ahora estaba sentada a mi lado
desafiando tiempos
cielos
y galaxias!
Estaba tan Bella
tan quieta y serena
Ella con su Niño, yo con mi
sorpresa.
No pude tocarlos, no pude abrazarlos
sentí que apestaba
mi carne de humano.
Apenas si pude vestir mi miseria
me sentí desnudo ante esa Belleza
no pude quedarme, huí
por vergüenza.
Otra vez me vi con tantos pecados
vi
que la consciencia
es
nuestro Legado
… percibir lo bueno, corregir lo malo
aceptar el daño
y seguir andando!
Llorando salía de mi alma la pena
me fui de aquel cuadro
desproporcionado
Todo era
Sagrado y yo lo profano!
Pasaron tres días, sigo
emocionado
ya no soy el mismo
desde aquel Milagro!
La Navidad (22/XII/16)
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