Eran tuyos los besos
que le di
germinados en el sol
de tus miradas.
Nos comíamos los
labios y sentí
que mi pecho con tu
aliento se llenaba.
Las caricias de su
cuerpo confundí
con los sueños donde
a amarme te entregabas.
Ahogándome en su néctar
comprendí
que tu vino demorado se avinagra
que la tierra se reseca sin el agua!
Hasta dónde fuiste tú
la que gritaba?
Hasta dónde era tu
cuerpo el que se arqueaba?
Tan saciada de placeres, extenuada
extasiada de pasión mientras te daba
tanto amor condensado en mis deseos
de abrazarnos desnudos y acoplados
uniendo nuestros cuerpos,
completados!
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