naufragar

Mátame otra vez

No dejes que ría nuevamente

Se te ha escapado el sol y me ilumina

ya siento que puedo recomenzar.

Mátame de muerte violenta

No dejes que me alcance la vejez

No dejes que escriba, tal vez

Un canto que descubra la verdad.

Mátame como si nunca lo hubieras hecho

Como si no lo supieras

Como una guillotina, sin pudor

Porque a la muerte vamos y así es mejor.

Mátame porque alguien me condena

Porque nadie pudo acompañarme

Porque temo que mis hijos me descubran

Por los delitos que se me imputan.

Mátame, cállame, despiértame

No dejes que vuelva a volar

No sea que más tarde

                                   Sueñe otra vez mis alas

                                      naufragar!

eucaristía

Hay estrellas que son guías infinitas

jubileos que sumamos al recuerdo

jardines del alma que iluminan

como faros en la noche de tormentos.

Yo quería homenajear en este día

al misterio y a la gracia recibida

se me ocurrió levantar un nuevo altar

una forma de reír,

                  de elevarnos, de rezar.

Aposté a la geometría de los astros

al despliegue rectilíneo de sus brazos

y Valiéndome de históricas ventanas

me apoyé en el perfume de sus ramas.

Una fiesta es el encuentro de las almas

más allá de formales argumentos,

yo quería regalarles un momento

que quedara impregnado en sus recuerdos.

Una copa y un mantel con alimentos

sol y luna, viento y agua, cielo y tierra

elementos de lo que estamos hechos

Universos conectados a lo eterno.

Quise hornearles bocaditos de emociones

servir sopa calentadora de inviernos

que el Pan brotara,

                             si entonábamos canciones

que emanara el Vino,

                             al evocar los ancestros.