miércoles, 25 de septiembre de 2013

indigno



Iluminas mi camino
luz en el sol, esperanza
sé que has venido a mi casa
y que no te he recibido.

Hasta en mis peores destinos
hasta en mis noches más largas
me has levantado en tus brazos
me has dado tu pan y vino.

Dijiste en Garabandal
“La copa está rebosando”
yo soy uno de los necios
que ayudaron a llenarla.

Y sin embargo me hablas
como si yo mereciera
tu presencia o tus palabras.

Yo sólo quiero que sepas
que no sé llevar la cruz
ni soy digno de tu luz
que me muero al primer clavo
y hasta me ciega el azul
angelical, de tu manto.
  
Cuánto quisiera sentir
total arrepentimiento
rogarle a tu hijo Jesús
sentir el perdón o el trueno
cambiar mi vida de estigmas
y que me crecieran alas.

Yo no merezco el milagro
de curación que regalas.

Mejor que se hunda mi alma
en la tierra, hecha pedazos
y al final de los infiernos
que se acabe con los malos.





martes, 10 de septiembre de 2013

CENIZAS



Ojalá se quemaran otros bosques
con el fuego del infierno del dolor.
Ojalá se cubrieran otros cielos
con pétalos, que hoy cenizas son.

Que volando cual pureza incinerada
antes rosa, hoy simplemente carbón
se esparcieran por la extensa madre tierra
maltratados por un viento sin control
condenados a un viaje sin aliento
      después de haber tapado el sol.

Ojalá me matara tu traición
me absolviera sobre todo lo que soy
si callara este grito que no cesa
si ahogara lo que tanto respiró.

Donde pongo mi infinito amor?
ojalá se incendiara como árboles en flor!
y el veneno, que me arrastró al abismo
de toda la mentira, el engaño y la pasión.
Ojalá fuera un pino en el incendio !

                Ojalá fuera nada sin tu adiós !

lunes, 2 de septiembre de 2013

en Pecado


Por medio del bautismo
        me habrían liberado
pero fueron muy cortos
         mis años de santo.

Era un niño apenas
cuando esfumé la pureza
mientras la acariciaba
se desvaneció en mis manos
ella era una flor
y estábamos jugando.

Aunque, si busco, fue antes
me gustan tanto los helados!
sí, la gula ha sido
                 mi primer pecado,
y algunas malas palabras
que siempre se me escapaban.

Pasaron poquitos años
y en el medio de la plaza
me dijo que tenía doce
yo le mentí con catorce
pero Ella me perdonaba.

Injuriar? creo que no,
criticar con fundamento.

Robar? Si, también de joven
un auto, a mi padre
me lo tuvo que comprar
para así recuperarlo
aunque se lo sigo usando
y ya pasaron treinta años.

La mujer del prójimo? - No,
para eso siempre fui ciego.

Estupidez? sólo la del miedo.

Traicionar?  bueno, alguna vez
le he faltado a mis instintos, 
pero lo estoy amortizando
             con intereses y juicios.

Pereza? – No, jamás tuve tiempo.

Soberbia, sí
                pero nunca por dinero.

Envidia? Sólo la que desperté.

Matar también, le pagué al sicario,
con terror de adolescente
la acompañé hasta el cuarto,
                 yo esperaba afuera…

         aparecí en el infierno

                         mientras tanto!