Cuando te asomas a mi espejo
sólo cuando dejas tus ojos en mi centro
cuando te ciñes y te fundes en mi pecho
entonces
resucito a mi elemento.
Cuando ya no ríes, cuando te desvistes
más allá de sueños, de ideas y argumentos
cuando tu expresión se
colma de inconsciencia
cuando reseteas tu mente y te haces carne
cuando sos la rosa que suspira y late
flotas intuitiva por los poros del deseo
navegando emociones boquiabierta.
Cuando apagas la sonrisa y te despiertas
a sabores, a caricias, a bosques y praderas
cuando te liberas a orgasmos
simultáneos
tus ojos en mi fuego aprenden a quedarse
y ruegas que no salga
de tu adentro
que me mueva lentamente mientras beso
el corazón mojado de tu cuerpo
que engulle, sin saciarse, el alimento
descontroladamente vivo
de lo nuestro.