En tu espacio está mi tiempo,
Tu carne es mi verdad.
Mi
deseo es eterno, circular
como el agua, siempre avanza,
nunca mira para atrás.
Inmutable
es el destino:
Los caminos, del cielo y de la
arena,
se
encuentran en el mar!
Yo me
fundo en tu tibieza perfumada
en el secreto
evangelio de tu piel.
Yo soy
parte viviente del Aleph
que,
para Alguien, en un sótano se abría.
Yo le
encuentro la entrada y la salida
navegando
tus suspiros
sofocando
nuestra sed
internándome en
la epifanía
de
un vuelo sideral !
… aterrizo
extasiado y somnoliento
saboreando semillas que palpitan
saudades
de nidos y de altar!