Todos matamos nuestro amor
pero el que vos me diste
resucita.
No pude perdonarme y te llevo
grabada en mi escudo
en mi lanza, en mi pecho…
Treinta años bebiendo tu recuerdo
buscando tu aliento,
soñando que he muerto.
Ungido por tu absoluta belleza
me hiciste extranjero
de todas las tierras.
Tan ciego como me dejaron tus besos
todavía me quema la llama de tu cuerpo.
Tu amor fue verdadero
tus ojos de fuego, de entre miles, me eligieron
y me hiciste el más grande caballero.
Abrazados nos sentíamos eternos.
Jamás me conformé con menos
y te busqué como quién busca
una parte de su cuerpo.
Treinta años anhelando un consuelo
un destello de tu entendimiento
una caricia de tus cabellos
un roce de tu velo
otro sí, de los tantos que me hicieron
habitante de tu cielo
…buscándote, al menos, para decirte esto.
Cuántos caminos por final te prometieron
y ahora comprendo que buscarte ha sido
la vida que llevo.
…enterré tus palabras para seguir viviendo
pero en vez de olvido,
un jardín me dieron.
Se desvanecieron tus labios
se deshojaron tus manos
se desdibujó tu cuerpo,
pero me queda este amor
que me diste y creció
a pesar de mis entierros.