Desde un punto infinito del espacio
En este instante remoto del tiempo
Yo te imploro, Señor, otro milagro.
Porque me siento parte de tu obra
Porque caigo y día a día me levanto
Porque nunca se extinguió mi llama
Yo te ruego que escuches mi reclamo.
Y sé que muchos más te necesitan
Y que no existe recurso más sagrado
Te lo pido por la esencia de la vida
Porque en éste dolor me va lo humano.
Simplemente agradezco tu legado
Y espero que concedas mi deseo
Pero no sea mi voluntad, sino tu mano
La que pinte los colores de mi cielo.